Miles de fanáticos -que acamparon desde varias horas antes- se concentraron anoche frente al glomoroso Teatro Nokia de Los Ángeles, para el estreno mundial de la primera parte de Amanecer, la última entrega de la taquillera saga Crepúsculo.
Un gran desfile de estrellas invitadas, bajo la lluvia de flashes, recorrió la larga y brillante alfombra roja como preámbulo para recibir a los grandes protagonistas de la noche, los tres jóvenes actores que, convertidos en vampiros y hombres lobos, enamoraron a miles de jóvenes al rededor del mundo, elevando el filme casi al status de una película de culto.
Robert Pattinson, Taylor Lautner y Kristen Stewart hicieron acto de presencia y los gritos, la emoción y la ansiedad aumentaron, al mismo tiempo que muchos fanáticos también comenzaron a sentir la nostalgia porque su película favorita entra en la recta final.
En la cuarta parte de la saga de los vampiros, basada en el best seller de la escritora estadounidense Stephenie Meyer, la estudiante Bella (Stewart) se casará por fin con su gran amor, el vampiro Edward (Pattinson).
Meyer, quien asistió desde temprano, se asombró por la gran afluencia de personas. Fue “emocionalmente raro” filmar la boda, aseguró en entrevista. “Siento emoción y a la vez tristeza. Crepúsculo es como un hijo”, agregó.
Tras el estreno mundial en Los Ángeles, la película se exhibirá a partir del 18 de noviembre en todo el mundo.
La segunda parte de Amanecer tiene un estreno estimado para noviembre de 2012… Así que todavía falta historia que contar y que esperar.
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