A estas alturas del partido todo mundo conoce el alcance que puede tener el fanatismo de una Twihard de hueso colorado: Duermen en una casa de campaña por cuatro días con tal de ver durante pocos segundos la pálida cara de Robert Pattinson, tienen la habilidad casi lupina de olfatear a Taylor Lautner a kilómetros de distancia y ya ni hablar de su capacidad pulmonar para soltar unos gritos tan punzantes que hasta pondrían a temblar a una banshee…
Por eso, cuando se supo que las boutiques Alfred Angelo iban a vender la réplica del vestido de novia que usó Kristen Stewart en la cinta `Crepúsculo: La Saga- Amanecer, Parte 1´, nadie dudó que aquello iba a ser un negociazo y que la copia se iba a vender casi tan bien como los calzones usados de Edward Cullen (*idea de negocio para el 2012*). Lo que nadie vio venir es que ejércitos de hembras de todas las edades, tallas y razas iban a invadir la cadena de tiendas fingiendo ser mujeres comprometidas sólo para poderse probar el virginal ajuar, tomarse fotos en el vestidor y luego subirlas a sus perfiles de las redes sociales pretendiendo ser la atormentada señora de Cullen.
El vestido, que es una réplica casi exacta del original diseñado por la elegante Carolina Herrera, está inspirado –según las propias palabras de su creadora- en la personalidad de Bella, quien es “una chica muy inocente que cree en su primer amor verdadero y en el romance, la fantasía y el misterio.” Sobra decir que los empleados de las boutiques no están nada contentos con este fenómeno, pues los ingratos han tenido que lidiar con mujeres sospechosamente jóvenes que se prueban el vestido, dicen “¡Acepto Edward!” entre dientes y luego huyen de la tienda sin pagar los 799 dólares que marca la etiqueta, dejando –eso sí- manchas de corrector Clearasil en los atuendos y a los pobres asalariados sin una comisión.
Twihard: “Hola, quiero probarme el vestido de Bella Swan”
Empleado de Alfred Angelo: “¿Cuántos años tienes, niña?
Twihard: “El próximo mes cumplo catorce”
Empleado de Alfred Angelo: “¿Y esperas que me crea que te vas a casar?
Twihard: “Mmmm…es que…soy mormona.”
Empleado de Alfred Angelo: “¡Largo de esta boutique! ¡Y que no se te olvide tu Barbie!”
Twihard: *con apasionada ira adolescente* “¡ESPERO QUE LOS VOLTURI VENGAN POR TI Y DRENEN CADA GOTA DE TU SANGREEE!”
Están advertidos. Si alguno de ustedes tiene una hija adolescente con adicción al vampirismo rosa, no se sorprendan si en la carta a Santa Claus de este año aparece un vestido de novia de 800 dólares como primera opción…