Mientras París se volcó ante el escándalo del abrupto despido de John Galliano de Dior y el mundo escudriñaba sobre el creador del vestido de novia de Kate Middleton, Latinoamérica hizo del 2011 su año en la escena de la moda.
La venezolana Carolina Herrera aderezó una boda de vampiros, el dominicano Oscar de la Renta demostró que es todo un personaje y las pasarelas mexicanas vieron el paso de ángeles como la checa Karolina Kurkova, la australiana Miranda Kerr y la sudafricana Candice Swanoepel.
Alemania tendrá a Karl Lagerfeld, pero la región tiene el “Oscar de la Moda” en De la Renta, que a su paso por México en junio mostró a sus 79 años que se puede ser un genio de la moda sin perder la picardía latina, cuando compartió el escenario con su compatriota Juan Luis Guerra.
“Juan Luis va a diseñar mi próxima colección y yo voy a cantar su próxima canción”, bromeó el modisto antes de ofrecer su versión de “Bachata en rosa” tras presentar su colección Resort 2012 en un histórico desfile en la mítica Plaza México, que por vez primera convirtió su ruedo en una pasarela que tuvo como musa a Swanoepel.
El discípulo del legendario Cristóbal Balenciaga aseguró que no piensa en el retiro.
“Tengo una inmensa pasión por lo que hago y para mí cada día es un día nuevo donde aprendo más cosas. El día en que diga, ‘Ya lo aprendí todo’, ese día dejo de hacer todo lo que hago”, expresó en una rueda de prensa.
Herrera, por su parte, creó el ampliamente anticipado vestido de novia que Kristen Stewart lució en su personaje de Bella para la cinta “Amanecer – Parte 1″.
Aún cuando el amor sea por una criatura como el vampiro Edward Cullen, la boda siempre es un momento mágico, sobre todo cuando se llega al altar caminando en unos brillantes Manolo Blahnik y un diseño de Herrera.
El traje, desarrollado por cuatro costureras en unos seis meses, destacó por su confección en satín y encaje francés que brindaron una sutil transparencia, dándole un toque sensual a un diseño clásico con el distintivo sello de la venezolana: sofisticación y elegancia.
La inspiración, dijo Herrera, surgió “de la descripción del libro, la magia y el momento que es la boda y también de Bella, de su personalidad, pues es muy importante para un vestido de bodas. Es una niña muy inocente y cree en su primer y verdadero amor, así que hay romance, fantasía y misterio”.
Réplicas del vestido, con más de 150 botones en la espalda y 17 en cada manga, se venderán en las boutiques de la diseñadora el próximo año.
Este año el brasileño Gustavo Lins, único latinoamericano incluido en la Cámara de la Alta Costura de Francia, aseguró que no existe un movimiento de moda en la región. Y la verdad es que figuras como De la Renta y Herrera han dedicado sus vidas a la moda, en el extranjero.
“Estoy muy preocupado por lo que ocurre en América Latina, porque tiene potencial muy grande para desarrollar marcas, moda, cosas nuevas, diferentes y dar una nueva energía al mundo, pero creo que los diseñadores latinoamericanos no están conectados con la industria”, dijo Lins.
Sin embargo, en México se demostró que Latinoamérica se perfila a cambiar, con eventos como el Mercedes-Benz DFashion México, en el que noveles diseñadores como Alejandra Quesada y el colombiano Jorge Duque, ganador de la primera temporada de “Project Runway Latin America”, mostraron una identidad más consolidada con sus colecciones.
Por su parte Macario Jiménez, diseñador de cabecera de la primera dama de México, Margarita Zavala, sobresalió como uno de los favoritos de la política mexicana al crear el vestido con el que la actriz Angélica Rivera llegó al altar para su enlace con Enrique Peña Nieto, virtual candidato a la presidencia por parte del Partido Revolucionario Institucional.
Asimismo, la marca Pineda Covalín, una de las más representativas de la moda mexicana, celebró sus 15 años con el lanzamiento de su primera fragancia. La firma, creada por Cristina Pineda y Ricardo Covalín, abrió sus puertas por vez primera a Arturo Ramos, quien también ha vestido a Zavala, para crear una colección para la firma.
México además demostró ser un centro potencial para la moda.
Las zapaterías Payless Shoesource, la tienda de cosméticos Sephora y Juicy Couture llegaron al país, donde figuras como Katy Perry, Jennifer Aniston y Paris Hilton lanzaron diversos productos con su nombre.
Además, México se sumó a otras 16 naciones para celebrar su primera edición del Fashion’s Night Out, iniciativa creada por la legendaria editora de Vogue Anna Wintour en 2009 para reactivar la industria de la moda, luego de la crisis financiera de 2008. La edición local tuvo un objetivo particular: poner a México de moda.
“Queremos que los diseñadores (mexicanos) logren vender su moda a un precio razonable, que tengan como una segunda línea, que la gente quiera sus piezas, que en vez de llevar yo un cardigan de Tory Burch, lleve uno de Macario Jiménez, que sea más asequible la moda para el público”, dijo a la AP Eva Hugues, directora de Vogue Mexico & Latin America.
La celebración inició a temprana hora con la apertura de la exhibición “Un tributo a México” en la que 13 diseñadores internacionales como Tommy Hilfiger, Nicole Miller, Christian Cota, entre otros, dieron un toque glamoroso a las Marías, muñecas populares de artesanía mexicana, creadas con tela y que se venden comúnmente en los principales puntos turísticos del país. Se caracterizan por sus largas trenzas negras, faldas y moños coloridos.
Las muñecas se subastaron con un precio promedio de 20.000 pesos mexicanos (1.597 dólares) cada una.
Y los diseñadores no fueron los únicos que ensalzaron el mundo de la moda.
Brasil vio el regreso de Ashton Kutcher a las pasarelas cuando el actor estadounidense abrió el desfile de la firma Colcci en la inauguración de la Semana de la Moda brasileña, junto a Alessandra Ambrosio. Y figuras internacionales como Jessica Biel, Selena Gómez y Emily Blunt engalanaron las alfombras rojas con diseños del mexicano Christian Cota.
Las actriz de ascendencia dominicana Zöé Saldaña y la colombiana Sofía Vergara se posicionaron como las nueva representantes del estilo latino. Vergara se sumó a figuras como Thalía y lanzó su propia línea de ropa para las tiendas K-Mart.
“Es lo que quería crear, una línea que fuera asequible para mujeres de cualquier tamaño, cualquier origen étnico, que pudiera hacerlas sentir lindas y hermosas sin gastar miles de dólares” dijo la estrella de “Modern Family”, quien se involucró de lleno en el proceso de diseño.
Con ese mismo espíritu, la cantante mexicana Natalia Lafourcade lanzó su primera colección para la marca mexicana Sister.
Y siguiendo los pasos de Cota, que el año pasado destacó entre los finalistas para el prestigiado CFDA/Vogue Fashion Fund, el hondureño Carlos Campos logró la misma hazaña en el 2011 inyectándole nuevas esperanzas al futuro de la moda latinoamericana.
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