Kirsten Dunst, Kristen Stewart y Leighton Meester: tres actrices para tres diseños blancos que hacen volar la imaginación y la inspiración
Kirsten Dunst flota en un río, vestida de novia: una nueva y moderna versión de la Ophelia de John Everett Millais. Los ojos mirando fija y estoicamente al vacío (o al destino), las manos empuñando como una ofrenda su ramo de flores, el velo desplegándose en el agua. La imagen del cartel de Melancolía -la película mas reciente de Lars Von Trier-, presenta a Kirsten Dunst con el elemento más simbólico y precioso de su trágica historia: su vestido de novia.
Kirsten lo lleva durante toda laprimera mitad del filme como metáfora de muchos sentimientos y de muchas cosas que están por suceder. Es un diseño realmente especial, como contaba Kirsten en las entrevistas promocionales de Melancolía: ”Queríamos que fuera un vestido de novia lo más barbie posible. Muy tradicional, fuera de las tendencias que se pueden encontrar en las revistas de novias. Lars quería que tuviera un estilo americano. Eso es gracioso, porque él nunca ha estado en Estados Unidos: jamás se subirá en un avión”. Y así es: el vestido tiene un punto muy barroco, con esa parte de flores de encaje, un escote profundísimo y un velo de princesa. En una de las primeras escenas de la película se ve a Kirsten andando con él en todo su esplendor, riéndose, de camino a la mansión donde se celebra el banquete; resulta encantador y muy inspirador.
El de Kristen Stewart en Amanecer -la cuarta entrega de Crepúsculo-, es bien diferente. Por su silueta, por el estilo que evoca y también por su repercusión. Desde que se supo que en esta parte de la historia su personaje Bella Swan, se casaría con Edward Cullen, los seguidores de Crepúsculo encontraron una nueva obsesión: saber exactamente cómo sería el vestido nupcial de Bella. El diseño es de Carolina Herrera: romántico, de manga larga, minimalista en el frente y muy elaborado por detrás, con una espalda transparente hilvanada sobre una delicada línea de 152 botones y un larguísimo velo de encaje francés. El complemento: unos zapatos de Manolo Blahnik, cuajados de brillantes. En cualquier sesión de cine, cuando llega el momento de la ceremonia en el bosque -un momento, también, lleno de buenas ideas para dejar volar la imaginación- se escucha el espontáneo veredicto de las espectadoras sobre el vestido, que cuenta ya con tantas réplicas en internet como preguntas insistentes de dónde conseguirlo. El éxito ha sido tan arrollador que Carolina Herrera planea incluirlo en la colección de novias de 2012.
A medio camino entre el romanticismo del de Amanecer y la inspiración Barbie-americana de Melancolía se sitúa el de Blair Waldorf, de Gossip Girl. Todavía no se sabe nada de quién llevará al altar a Blair -o quién no acudirá a la ceremonia, si se tiene en cuenta el rostro crispado de Leighton Meester en los fotogramas que se han filtrado del rodaje-, pero sí se puede jugar a adivinar a cuántas fanáticas del estilo de la reina del Upper East Side les inspirará para su gran día el vestido de Blair, que para su gran día ha cambiado su clásica y preppy diadema por una imponente tiara, mas acorde con su condición de reina.
Fuente: vogue.es
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